Trozo de Nada
Autora: Carmen Laforet
Págs.: 24-25
El asunto:
La narradora (Andrea) nos dice que el ambiente del cuarto no es tan horrible del día como de noche. Sin embargo, el cuarto está en un gran desorden. Ella está pensando en su ambiente desordenado y los trastos que la rodean. Aun considera la muerte de su abuelo y la decisión de la familia de quedarse sólo con la mitad de la casa. Entonces, Andrea ve un gato ruinoso que dice que parece a las personas que viven en la casa, porque era “excéntrico y resultaba espiritualizado.” Se viste y abre la puerta para mirar el resto de la casa. Mientras ella nota el recibidor, el comedor y un balcón, tropieza con un hueso del perro. Andrea conoce al loro también y mira la mesa con un azucarero vacío y un muñeco de goma viejo. Mientras se da cuenta de que tiene hambre, su tía Angustias la llama.
La actitud:
La actitud de la narradora, Andrea, es asustada. Aunque sabe que “la habitación con la luz” no es tan espantosa como es de noche, todavía tiene miedo. Describe la casa y sus cuartos como si los desdeñara. Entonces, podemos creer que no le gusta la casa de su abuela.
Los apartados:
Hay tres.
A.) Descripción del cuarto. “La habitación con la luz…que ellos dejaron.” (ll. 1-20)
B.) La descripción del gato y la comparación entre él y la familia. “Vi, sobre el sillón…empecé a vestirme.” (ll. 21-34)
C.) La descripción del resto de la casa. “Al abrir la puerta…la tía Angustias.” (ll. 35-50)
Apartado A: Descripción del cuarto. (ll. 1-20)
En el primer párrafo, las palabras que usa la autora para describir la habitación al comienzo del trozo, como “horror”, “espantoso” y “abandono”, nos llevan a creer que la casa es misteriosa y espeluznante. El lector sabe que la habitación no es muy bien cuidada por la descripción del desorden en el cuarto. Además, se puede creer que no les importan mucho los abuelos muertos a los habitantes, porque sus retratos están colgados “torcidos y sin marco.”
A primera vista, se puede pensar que es una lástima que la narradora se complaza en pensar “que los dos estaban muertos hacia años” en el segundo párrafo. Sin embargo, después de leerlo un poco más, estaba segura que la narradora se complació por eso porque no quería que los abuelos tuvieran que ver su casa así. Ella no quiere que vean un cuarto (o los demás) lleno de trastos inútiles.
La descripción de una “verdadera avalancha” en la habitación en el tercer párrafo nos muestra que la vida de los miembros de la familia se está deshaciendo. La familia se ha tapiado en su casa con sus chucherías y trastos que son “amontonados sin método”, lo cual nos muestra el desarreglo de sus vidas.
Apartado B: La descripción del gato y la comparación entre él y la familia (ll. 21-34)
Andrea encuentra un gato que parece tan patético y desordenado como la casa. Era una representación de la casa, porque es ruinosa e individual también. Hasta este momento, no parece que a Andrea le gustan ni la familia ni la casa. Sin embargo, la autora nos muestra que Andrea tiene piedad de ellas porque nos dice que Andrea nota su miseria (los “ayunos largos” y la “falta de luz”). Además, le sonrió al gato (la representación de la familia), lo que nos dice que Andrea siente cariño por la familia.
Apartado C: La descripción del resto de la casa (ll. 35-50)
A primera vista, el lector nota inmediatamente que el resto de la casa es tan horrible como el cuarto en que duerme Andrea. Se usan las palabras “sombrío” y “cargado” para describir el pasillo, lo cual nos lleva a creer que la casa tiene cierto ambiente oscuro y malo. De pronto es una manera de presagiar los eventos que sucederán. Convergen casi todas las habitaciones de la casa, algo que muestra que los personajes son conectados. Sin embargo, cuando veo que “casi todas…” me lleva a preguntar, “¿por qué no todos están conectados? “¿Quien no está conectado a los demás?” Quizá sabremos en otra parte. Andrea tropieza con un hueso en un cuarto vacío, algo que me hace pensar que una muerte está en el futuro, porque para mí, los huesos representan la muerte.
Andrea encuentra una mesa con un “azucarero vacío abandonado encima.” El azucarero vacío representa la vida de los miembros de la familia, cuya vida está vacío también. El muñeco de goma es otra representación de su vida, porque podría haber sido un muñeco vibrante en el pasado, pero los años duros le han afectado.
De repente, Andrea se da cuenta que tiene hambre mientras mira los bodegones que llenan las paredes del comedor. Ella nota que “no había nada comestible” cuando se refiere a los bodegones, lo que representa que su vida podría ser tan vacío como las de la otras personas si se queda en esa casa.
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